Pamela Catalan

De cómo la antropofagia cultural es la salida...

El Manifiesto Antropófago de Oswald de Andrade está compuesto por cincuenta aforismos presentados con un “lenguaje metafórico, poético y humorístico”[i] en los que de manera breve e ingeniosa se pretende hacer una revisión de la historia de Brasil. El más famoso de ellos ejemplifica estas características: “Tupí, or not tupí, that is the question”[ii]
El texto se encuentra alejado del concepto de escritura automática del Surrealismo y de la creación de “nuevos mundos” de Huidobro. Muy por el contrario, el Manifiesto Antropófago se centra en este mundo, en la realidad de Brasil, mediante una “cuidada composición literaria”[iii] que no llega a ser el eje de la propuesta que de Andrade realiza. Al respecto, Schwartz afirma que: “El objeto estético queda desplazado por el sujeto social y colectivo”[iv] como se evidencia en el primer aforismo: “Sólo la antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente.”[v]
La figura del hombre primitivo como un caníbal que se alimenta de otro es la metáfora mediante la cual de Andrade ilustra el proceso de asimilación de la cultura europea. Se trata de un canibalismo simbólico que le permite al mestizo americano nutrirse de los modelos europeos, mediante un método de sus antepasados aborígenes, construyendo así la identidad cultural brasileña: “la antropofagia (…) puede entenderse como un proceso de apropiación o de hibridización cultural”[vi], como se ilustra en el aforismo V: “Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Ley del antropófago”[vii]. Al respecto, Aínsa señala que: “Como pocas vanguardias latinoamericanas, la de Brasil se aboca a una búsqueda consciente y sistemática de raíces identitarias, a la formación de una «brasilidad», de un corpus nacional de cultura. Corpus del que se hace un cuidadoso inventario sociológico y artístico y que se reivindica como el auténtico conocimiento de la tierra.”[viii] La finalidad última de este canibalismo cultural estaría orientada a abandonar el estado de otredad para lograr, finalmente, constituirse sujeto. En palabras de Schwartz: “el indio antropófago (…) en vez de maldecir al colonizador, lo devora, incorporando así los atributos del enemigo para vencer las barreras de la alteridad”[ix]
La visión de sociedad y de ser humano que Oswald de Andrade plantea a través de la Antropofagia se basa en el rescate del matriarcado primitivo y la relación con la tierra, conocimientos transportados por la tradición oral: “Solamente podemos atender al mundo oracular”[x] o “En el matriarcado de Pindorama”[xi]. Ello conlleva una crítica al modo de vida occidental, desacralizando el símbolo del patriarca y la moral decimonónica: “El pater familias y la creación de la Moral de la Gigüeña: ignorancia real de las cosas + falta de imaginación + sentimiento de autoridad ante la prole curiosa”[xii].
En el aforismo XI: “Queremos la revolución Caraíba[xiii]. Mayor que la Revolución Francesa. La unificación de todas las revoluciones eficaces en la dirección del hombre. Sin nosotros Europa no tendría ni siquiera su pobre declaración de los derechos del hombre…”[xiv] de Andrade alude a la revolución más grande de todas –he aquí el proyecto que plantea esta vanguardia–, Schwartz explica que el matriarcado del Pindorama sería la utopía subsumida en el Manifiesto Antropófago: “Oswald de Andrade desarrolla la idea del bárbaro tecnificado que posibilitaría la liberación del hombre sometido al yugo del patriarcado capitalista. En el matriarcado del Pindorama, el ocio prevalecería sobre el negocio” [xv]. En otras palabras, el modo de vivir del salvaje tecnificado es el que permitiría la verdadera libertad, un ser humano no carcomido en las leyes de los hombres, sino que en sana convivencia con la madre tierra, guiado por su intuición y por un compartir natural, lejos de los afanes por la producción y los negocios propios del capitalismo.
Según lo planteado por Sobrino Freire[xvi], todos los manifiestos constituyen una toma de posición en un campo de lucha específico. De acuerdo a ello, el Manifiesto Antropófago puede clasificarse como un texto de oposición al poder, pues se plantea contrario a la hegemonía blanca/europea imperante en el orden mundial.
Por su parte, Browne[xvii] señala que de Andrade está entregando una “mirada contracolonial” y que en su antropófoga obra se ha reconocido a la cultura brasileña como marginal en relación al eurocentrismo. En este sentido, la Antropofagia serviría como vehículo de denuncia de una soterrada discriminación que hasta el día de hoy sobrevive en nuestra comunicación. Para ejemplificar, destaca la definición de caníbal que entrega la RAE y que está construida semánticamente desde el punto de vista europeo.
Tomando en cuenta lo anteriormente expuesto, es posible afirmar que la Antropofagia planteada por de Andrade nos entrega vastas posibilidades de lecturas desde el Poder, en las que se denuncia la tradicional relación conquistador/conquistado con la variante de que se plantea la posibilidad de revertirla mediante el ejercicio canibalesco.
[i] Schwartz, 1991:142

[ii] Aforismo III, Manifiesto Antropófago, Oswald de Andrade en Schwartz, 1991:143. Evidente parodia a Hamlet, de W. Shakespeare, en la que se sustituye el verbo “to be” por la palabra “tupí”, nombre de una tribu brasileña.

[iii] Álvarez de Araya, en http://www.critica.cl/html/lupe_03.htm

[iv] 1991:142

[v] Oswald de Andrade, Manifiesto Antropófago, en Schwartz, 1991:143. Traducción de May Lorenzo Alcalá y María del Carmen Thomas.

[vi] Schwartz en su presentación de la Exposición Brasil 1920-1950:de la Antropofagia a Brasilia, en: http://www.lehman.cuny.edu/faculty/guinazu/ciberletras/v08/schwartz.html

[vii] Oswald de Andrade, Manifiesto Antropófago, en Schwartz, 1991:144. Traducción de May Lorenzo Alcalá y María del Carmen Thomas.

[viii] Fernando Aínsa, escritor uruguayo, en su artículo “La Marcha Sin Fin de las Utopías en América Latina” en http://cuhwww.upr.clu.edu/exegesis/ano10/29/Ainsa.html

[ix] Schwartz en su presentación de la Exposición Brasil 1920-1950:de la Antropofagia a Brasilia, en: http://www.lehman.cuny.edu/faculty/guinazu/ciberletras/v08/schwartz.html

[x] Aforismo XVI del Manifiesto Antropófago, Oswald de Andrade en Schwartz, 1991:146.

[xi] Aforismo XLIII del Manifiesto Antropófago, Oswald de Andrade en Schwartz, 1991: 151. Cabe señalar que Pindorama era el nombre precolombino que recibía Brasil.

[xii] Aforismo XXXVII del Manifiesto Antropófago, Oswald de Andrade en Schwartz, 1991:150.

[xiii] De acuerdo a las traductoras del Manifiesto Antropófago, de Andrade: “superpone a los dos pueblos indios: los caribes, que habitaban el norte, y los tupís, que habitaban el litoral en el momento en que los portugueses descubrieron el Brasil”, en Schwartz, 1991:145.

[xiv] Manifiesto Antropófago, Oswald de Andrade, en Schwartz, 1991:145.

[xv] 1991:58

[xvi] En “El Manifiesto Artístico: Una Aproximación al Estudio de su Funcionamiento en el Campo de Producción Cultural” en http://ensayo.rom.uga.edu/critica/manifiestos/iria.htm

[xvii] Browne Sartori, Rodrigo. “Apuntes desde la semiótica: hacia una antropófaga comunicación intercultural”. Universidad de Playa Ancha, Municipalidad de Juan Fernández, Chile; Universidad de Sevilla, España, en http://www.interculturalcommunication.org/browne.htm

Comentarios

Anónimo dijo…
Oswald de Andrade nos ofrece una interesante oportunidad de análisis del identitario-cultural desde tres perspectivas: colonización, etnia, matriarcado. Antiguamente la etnia era definida sobre dos conceptos: raza y cultura; hoy, en cambio, se le reconoce como un grupo en particular que se define en el contacto con otros grupos o estructuras más amplias. De Andrade reconoce esta característica relacional de las etnias que propone como Antropofagia Cultural. Es importante recalcar y como lo indica de Andrade, que esta constante creación de la identidad responde a una caracterización entre las relaciones de poder, el consenso en relación a la hegemonía y la contingencia social. El autor de los aforismos propone la permanencia de una particular matriz de sentidos que da carácter a un grupo identitario a través del “canibalismo” cultural que nos remitiría a la idea de que el concepto de identidad cultural es “manipulado” para mantener el poder, pero no como una herramienta utilizada desde los poderes políticos externos a las etnias, por ejemplo, sino como herramienta utilizada desde los grupos minoritarios para mantener sus rasgos culturales. Es ahí donde reside el carácter irónico o humorístico de su obra.
……..
I´ve gotta leave….kisses…bye.
Anónimo dijo…
Oswald de Andrade nos ofrece una interesante oportunidad de análisis del identitario-cultural desde tres perspectivas: colonización, etnia, matriarcado. Antiguamente la etnia era definida sobre dos conceptos: raza y cultura; hoy, en cambio, se le reconoce como un grupo en particular que se define en el contacto con otros grupos o estructuras más amplias. De Andrade reconoce esta característica relacional de las etnias que propone como Antropofagia Cultural. Es importante recalcar y como lo indica de Andrade, que esta constante creación de la identidad responde a una caracterización entre las relaciones de poder, el consenso en relación a la hegemonía y la contingencia social. El autor de los aforismos propone la permanencia de una particular matriz de sentidos que da carácter a un grupo identitario a través del “canibalismo” cultural que nos remitiría a la idea de que el concepto de identidad cultural es “manipulado” para mantener el poder, pero no como una herramienta utilizada desde los poderes políticos externos a las etnias, por ejemplo, sino como herramienta utilizada desde los grupos minoritarios para mantener sus rasgos culturales. Es ahí donde reside el carácter irónico o humorístico de su obra.
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I´ve gotta leave….kisses…bye.

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