Adiós, Mal Sueño


Él me regaló mis discos favoritos de The Cure.
Ahora que se ha ido, las melódicas y melancólicas canciones han quedado manchadas del fantasma de su cuerpo moreno que ya nada tiene que ver conmigo.
Es como si hubiese tenido un sueño. En él, encontraba al Príncipe de la Nostalgia Melancólica. Me amó, me llenó y, cual criatura maldita, me sangró y me abandonó.
Menos mal que las canciones de The Cure no duran más de cinco minutos y así el embrujo de ese recuerdo ajeno se me despega del alma y digo Adiós, Mal Sueño.

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